La influencia de la IA en 2025: Tendencias que no deberías perderte
Mientras que 2023 fue el año del asombro y el recelo, 2024 se ha convertido en el año de la experimentación y 2025 será el momento en que las empresas empiecen a ser realistas sobre lo que la IA puede hacer en sus organizaciones.
Las empresas ya han comenzado a trasladar sus PoCs a producción y se prevé que los propuestos para invertir en IA aumentarán durante los próximos meses. Sin embargo, aún hay falta de conocimiento o dudas sobre esta tecnología y su futuro. Por ello, hemos recopilado las tendencias más relevantes en materia de IA que no deberías perder de vista.
Tendencias de IA
Como decíamos más arriba, los últimos dos años han supuesto un periodo de adaptación y experimentación con la IA, pero, gracias a este momento para comprender mejor la tecnología, nos encontramos en un punto en el que las organizaciones han consolidado su estrategia de datos y se han vuelto más sistemáticas en su búsqueda de valor de la IA.
El próximo objetivo de la estrategia de la IA será hacer operativos los LLM, lo que requerirá enfoques evolucionados de la observabilidad, la gobernanza y la seguridad. Encontrar el equilibrio entre fiabilidad, transparencia y explicabilidad será clave para conseguir proyectos basados en IA y data que generen el valor y cumplan los objetivos reales que buscan las empresas.
Los desafíos generales alrededor de la gobernanza, la seguridad y el cumplimiento están directamente relacionados con la calidad de los datos y las estrategias de IA, lo que nos lleva a operacionalizar la IA. Esto puede sonar retador al principio, pues requiere de una plataforma de datos y herramientas centradas en esta tecnología, pero si las organizaciones cuentan con una estrategia de datos unificada, la mitad del camino ya está hecho. La otra mitad pasaría por apoyarse en herramientas de IA que se alineen con los objetivos de cada caso, así como crear una cultura empresarial en torno a la tecnología.
¿Qué podemos esperar de la IA en 2025?
Los próximos meses estarán marcados por un cambio en la forma de ver la IA como una herramienta más a una parte fundamental de la vida laboral y personal.
Los agentes impulsados por la IA harán cosas con mayor autonomía y simplificarán nuestras vidas, así como ser un factor clave a la hora de encontrar nuevas formas de abordar algunos de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos.
Por su parte, la IA generativa aumentó del 55% al 75%, durante el último año, entre los líderes empresariales y los encargados de tomar decisiones, y las nuevas herramientas de IA aumentarán aún más su potencial.
Los modelos de IA serán más capaces y útiles
Ya hemos sido testigos de cómo los modelos de IA se han ido volviendo más rápidos y eficientes, ya sea con tareas como codificar o escribir textos de cero. Y esto no hará más que mejorar en 2025.
Los modelos con capacidades de razonamiento avanzadas ya pueden resolver problemas complejos con pasos lógicos similares a cómo piensan los humanos antes de responder preguntas complejas. Esto ha dejado ver su gran utilidad en campos como la codificación, las matemáticas, la ciencia, la medicina o el derecho, pues permiten generar código, comparar contratos o documentos y ejecutar flujos de trabajo de varios pasos.
Estos avances serán muy importantes en la innovación de modelos, pero también en los avances de conservación de datos y posentrenamiento. De ahí que hacer que los modelos sean más rápidos, mejores y especializados desembocará en crear experiencias de IA nuevas y mayor utilidad.
Los agentes revolucionarán la forma de trabajar
Los agentes de IA son una de las grandes tendencias tecnológicas para 2025. Un ejemplo son las cifras que comparte Microsoft, que dice que casi el 70 % de las empresas de Fortune 500 ya utilizan Microsoft 365 Copilot para realizar muchas tareas repetitivas y rutinarias, como revisar el correo electrónico y tomar notas durante las reuniones de Teams.
En 2025, llegará una nueva generación de agentes de IA que llegará muchos más allá de estas tareas gracias a los avances en memoria, razonamiento y capacidades multimodales.
Gracias a esto, las empresas podrán reimaginar procesos, como la creación de informes y tareas de recursos humanos, resolver problemas con dispositivos o responder a preguntas de clientes, lo que permite liberar a los empleados de tareas tediosas y así concentrarse en las que tengan mayor valor.
De hecho, las empresas tienen la posibilidad de configurar múltiples agentes para alertar a los gerentes de la cadena de suministro sobre interrupciones en el inventario, recomendar nuevos proveedores y ejecutar pedidos de venta. Además, el gran avance es la posibilidad de crear y usar agentes sin contar con grandes habilidades técnicas, como con Microsoft Copilot.
Más eficiencia en la gestión de los recursos
Aunque la IA requiere de recursos como la energía, también es una herramienta para afrontar este mismo desafío.
Durante los próximos años se pondrán en funcionamiento nuevos centro de datos que admitan IA y que no consumirán agua para su refrigeración, ampliando el uso de sistemas de refrigeración líquida supereficientes.
También se invertirá en fuentes de energía libres de carbono para llevar más electricidad libre de carbono a las redes donde se operan estos centros de IA.
Medición y personalización para construir una IA responsable
La medición sirve para definir y evaluar los riesgos de la IA, algo que es fundamental a la hora de desarrollar algo tan importante como una IA responsable. Por ello, uno de los grandes avances del 2025 serán las pruebas y la personalización.
Para conseguir una IA libre de sesgos o que genere problemas de privacidad o seguridad, se deben hacer pruebas rigurosas y exhaustivas. Si se pueden medir los riesgos y las amenazas, se pueden abordar o mitigar.
De hecho, aunque los modelos se vuelvan más seguros, se necesitan llevar las pruebas y las mediciones a la altura de las peores amenazas posibles.
También será muy importante el mayor control que tendrán las personas sobre cómo funcionan las aplicaciones de IA dentro de las organizaciones. Podrán personalizar aplicaciones que filtren contenido y establecer límites que se adapten a su trabajo.
Aceleración de los avances científicos
Ya estamos viendo el impacto tan grande que está teniendo la IA en todo el mundo y en numerosas industrias. Una de ellas es el impulso que le está dando a la investigación científica, así como el potencial que tiene para liberar nuevas capacidades en las ciencias naturales, los materiales sostenibles, el descubrimiento de nuevos fármacos o tratamientos.
En 2025 podremos asistir a cómo el uso de la IA en la investigación impulsa el progreso para abordar algunas de las preocupaciones más urgentes del mundo, como el cambio climático y las enfermedades.
Tendencias en IA generativa
No podíamos no dedicarles un apartado espacial a las tendencias concretas de GenAI. Un reciente informe de Gartner titulado “Hype Cycle for Generative AI, 2024”, nos habla de cuatro grandes tendencias que están acaparando el mayor interés en la industria.
La primera, ya mencionada más arriba, serían los agentes de IA, modelos que se alejan de los chatbots tradicionales para convertirse en un perfil más activo y eficaz. Para que lleguen a cumplir las expectativas que tenemos puestas, los modelos deben evolucionar notablemente, pues necesitan razonamiento, memoria y capacidad de recordar y contextualizar cosas. Y 2025 podría ser el momento en el que veamos estos avances.
La segunda tendencia es la multimodalidad, algo más conocido y que ha conseguido evolucionar de modelos que trabajaban solo texto, a ejemplos más avanzados que aceptan una entrada de imagen, vídeo o audio.
IA Open Source es la tercera tendencia, modelos que se han convertido, y lo harán aún más, en una valiosa forma para que las empresas los tomen como base para personalizarlos y desplegarlos de forma flexible.
La cuarta es IA local o Edge AI, atribuida a la IA que es capaz de ejecutarse sin conexión a la nube. Un ejemplo es Apple Intelligence, el que, gracias a esa ejecución y procesamiento local es capaz de proteger la privacidad de los datos y de la interacción con la máquina.
La última tendencia es algo más abstracta y se refiere al control de las expectativas y el peligro de caer en desilusiones cuando no se consiguen los objetivos esperados en un periodo de tiempo corto. Por ello, hay que tener claro que la IA avanza y mucho, pero hay que tener un poco de paciencia para presenciar todo su potencial.
Tendencias de IA en seguridad
Otro gran pilar de las tendencias de IA es el relacionado con la ciberseguridad. Se espera que 2025 sea el momento en el que mercado total de los delitos cibernéticos se amplíe a medida que los atacantes agreguen más tácticas a sus herramientas. Estos ciberdelincuentes seguirán aprovechando el entorno geopolítico volátil y los desafíos de ciberseguridad se trasladarán a nuevas fronteras, pero gracias a la innovación en los agentes de IA, se allanará el camino para el auge de los sistemas multiagente.
Según Cyberdaily, se estima que los ingresos anuales derivados del cibercrimen superan los 8 billones de dólares, y el crecimiento continuo de dispositivos y sistemas también aumenta los posibles ataques. De hecho, se estima que 18.800 millones de dispositivos conectados estarán en línea para fines de 2024. De ahí que la creciente adopción de la IA se esté enfocando en impulsar sistemas aún más interconectados, así como nuevos centros de datos e infraestructura a nivel mundial.
Por otro lado, en 2025 veremos una mayor innovación y adopción de agentes de IA, así como el surgimiento de sistemas multiagente, donde grupos de agentes autónomos trabajan juntos para abordar tareas complejas. Esto planteará nuevos desafíos en materia de ciberseguridad, por lo que los equipos especializados deberán pensar en cómo proteger estos sistemas para evitar el envenenamiento de datos, la inyección de información o los ataques de ingeniería social.
Esto tiene una doble cara, pues los actores de amenazas intentarán atacar a estos agentes de IA y sistemas multiagente que se especializan en tareas autónomas como la vigilancia, la intermediación, la explotación de vulnerabilidades, el resumen de datos para la exfiltración inteligente, etc. La buena noticia es que también empezaremos a ver casos de uso de sistemas multiagente en ciberdefensa, con potencial para casos de uso tempranos en respuesta a incidentes, pruebas de aplicaciones y detección de vulnerabilidades.
El riesgo de amenazas internas se incrementará, lo que obligará a las organizaciones a ampliar las estrategias de Zero Trust. Este enfoque les dará una potente arma a las compañías, que deberán integrar una dimensión de comprensión del comportamiento a sus enfoques tradicionales de seguridad.
También proteger la infraestructura y los sistemas espaciales se va a convertir en un imperativo crítico. La industria espacial se enfrentará a nuevos desafíos a medida que aumenten las amenazas posteriores a la órbita y los satélites vayan escalando posiciones en la lista de objetivos.
La inteligencia artificial no es una tendencia pasajera, sino que ya se está posicionando como un cambio fundamental en el panorama empresarial y económico a nivel mundial. Los líderes que desarrollen estrategias sólidas de IA podrán posicionar a sus organizaciones en la primera línea del crecimiento, innovación y liderazgo durante los próximos años.
A la velocidad a la que avanza esta tecnología y, especialmente con la llegada de la IA generativa, no hay mucho margen de reflexión para las empresas que aún no estén incorporando estrategias impulsadas por esta tecnología, lo que les hace correr un grave riesgo de quedase atrás.
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