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mayo 9, 2024

Mejores prácticas para implementar inteligencia contra ciberamenazas

Comprender la inteligencia de amenazas en ciberseguridad es crucial para identificar y mitigar potenciales amenazas a las redes y activos digitales.  

Analizamos las mejores prácticas para implementar inteligencia contra amenazas, los tipos, su ciclo de vida y consejos sobre cómo utiliza la inteligencia sobre estos ataques de forma proactiva.  

¿Qué es la inteligencia de amenazas?

La inteligencia de amenazas (TI) es esencial en la era actual porque permite a las empresas obtener información sobre las motivaciones y los métodos de las ciberamenazas actuales y potenciales, incluidas las amenazas específicas de la industria.  

Threat Intelligence se refiere al proceso de recopilación, análisis e interpretación de información sobre posibles amenazas a la ciberseguridad para facilitar una toma de decisiones informada y definir las estrategias de protección.  

Las empresas que adoptan este enfoque proactivo pueden anticiparse a los actores maliciosos, pues les permite identificar vulnerabilidades potenciales, comprender patrones de ataque y predecir amenazas futuras.  

Los equipos de ciberseguridad se benefician de mitigar los riesgos de forma más efectiva, mejorando la postura general de seguridad de la red, desde informes sobre cepas de malware emergentes, indicadores de compromiso, técnicas y procedimientos específicos, etc.  

Beneficios de implementar TI

Las ventajas que pueden conseguir las empresas al implementar Threat Intelligence van desde las capacidades mejoradas de detección de amenazas o mejores tiempos de respuesta, hasta una mejor gestión de los riesgos. 

Como decíamos más arriba, una de las características principales es su carácter proactivo, lo que ayuda a monitorear y analizar continuamente amenazas potenciales de diversas fuentes.  

También es una forma de fortalecer la postura de seguridad general, haciéndola más resistente a amenazas cibernéticas sofisticadas que puedan eludir las medidas de seguridad tradicionales. De hecho, les permite tomar decisiones informadas para priorizar los esfuerzos de seguridad y asignar recursos de forma efectiva.  

Tipos de TI

Para utilizar la inteligencia sobre amenazas cibernéticas de manera eficaz, debemos identificar qué inteligencia se debe recopilar, analizar y consumir. Según el SANS Technology Institute, al definir los requisitos de inteligencia de amenazas de alto nivel, debemos identificar: 

  • Los países de operación 
  • Las industrias comerciales de operación 
  • Los principales activos críticos de negocio 
  • Los tipos de adversarios que podrían apuntar al negocio 
  • Consumidores de la inteligencia recopilada 

Además de identificar los requisitos de TI, también se deben considerar la calidad de los datos, pues los equipos de seguridad no pueden tomar medidas con grandes cantidades de datos de amenazas. Necesitan inteligencia de amenazas procesable, precisa, oportuna y relevante contra las amenazas más recientes.  

Plataforma de Threat Intelligence

La importancia de la inteligencia sobre amenazas en la ciberseguridad reside en su capacidad para identificar y mitigar de forma proactiva los riesgos de seguridad, salvaguardar los activos críticos y garantizar la continuidad operativa.  

Al adoptar este enfoque, las organizaciones pueden adelantarse a las amenazas emergentes, lo que les facilita fortalecer sus defensas y responder rápidamente a los incidentes que puedan surgir. Su integración en las operaciones de seguridad da una visión integral de las posibles vulnerabilidades y los actores de amenazas que apuntan a la red. 

Este enfoque lo que hace es reducir la probabilidad de que los ciberataques consigan su objetivo, además de minimizar el impacto de las infracciones, lo que supone menores pérdidas financieras y daños a la marca. 

Para ello, su ciclo de vida de divide en varias etapas clave: 

  • Planificación: se definen los objetivos, los activos a proteger y se establece el alcance de sus esfuerzos. Es decir, se establecen las bases para todo el proceso, creando una hoja de ruta para las etapas posteriores. 
  • Recopilación y procesamiento automatizados: se juntan datos de diversas fuentes, inteligencia de código abierto y fuentes de amenazas. Los datos recopilados sin procesar se seleccionan, normalizan y estructuran para su análisis, lo que los hace manejables y más fáciles de usar para extraer información. 
  • Detección y análisis: se examinan los datos procesados, se identifican patrones y se evalúan las amenazas potenciales para comprender su impacto. Facilita la detección y respuesta a incidentes de forma más rápida, así como la creación e implementación de reglas de defensa.  
  • Gestión y difusión: garantiza que los conocimientos generados lleguen rápidamente a las partes interesadas pertinentes, lo que facilita la toma de decisiones basada en el conocimiento. Prioriza los esfuerzos de remediación basándose en conocimientos sobre amenazas y rastrea vulnerabilidades.  
  • Retroalimentación y eficiencia de costos y tiempo: se evalúa la efectividad de la inteligencia recopilada y la estrategia general de respuesta a amenazas para refinar y mejorar futuras medidas de seguridad.  

Mejores prácticas de Threat Intelligence

Uno de los grandes desafíos del momento es dar sentido a toda la inteligencia sobre amenazas a la que las organizaciones están suscritas desde una variedad de fuentes: comerciales, de código abierto, gubernamentales, grupos de intercambio de la industria y proveedores de seguridad.  

Algunas de las mejores prácticas para enfrentarse a estos nuevos retos son las siguientes. 

Seleccionar las fuentes adecuadas de datos de amenazas

No toda la inteligencia sobre amenazas es igual y puede variar de una empresa a otra. Por ello, el valor se reduce a la relevancia y la accesibilidad, lo que requiere seleccionar una fuente de enriquecimiento personalizada, agregando datos filtrados por una variedad de factores, como geografía, industria, infraestructura, perfil de riesgo, etc.  

Comenzar con datos internos, eventos y telemetría, complementándolos con datos externos para contextualizar la información de los sistemas internos, permite comprender la relevancia y centrarse en los que es de alta prioridad para cada organización.  

Determinar quién adquirirá los datos

Aunque puede estar bien dar acceso a datos sobre amenazas a una audiencia amplia, es mejor idea contar con un equipo responsable de adquirir y analizar inteligencia sobre amenazas y solo entregar información que sea procesable.  

No todas las partes interesadas necesitan todos los niveles de inteligencia, así que hay que reflexionar en cómo el mismo informe afectará y será utilizado por varios equipos de la organización (estrategia, operaciones, tácticas). 

Estructurar los datos para el análisis

Los datos de amenazas vienen en varios formatos y deben de normalizarse. El volumen de información en todo el panorama de inteligencia sobre amenazas es alto y con diferentes nombres. 

La normalización es el proceso que compensa esto y permite agregar y organizar información rápidamente. Una plataforma inteligente de amenazas ingiere y normaliza datos automáticamente, estructurándolos de forma uniforme para que puedan ser contextualizados y priorizados, lo que ayuda a centrarse en las amenazas más importantes.  

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Utilizar herramientas para ayudar con el análisis

El análisis de los datos es todo un desafío, pero algo crucial para cualquier compañía. Una buena plataforma de Threat Intelligence extrae el contexto y ayuda a usar la información de diversas maneras para diferentes casos de uso, así como respaldar diferentes resultados.  

También es importante que la plataforma comprenda bien qué adversarios podrían estar apuntando a los datos de alto valor, las tácticas, técnicas y procedimientos en los que concentrarse y qué acciones tomar.  

Seleccionar las herramientas adecuadas para que los datos sean procesables

El análisis permite priorizar para que se puedan determinar las acciones apropiadas. Con una plataforma abierta y que admita la integración bidireccional con la infraestructura de seguridad, los elementos de tu programa de inteligencia contra amenazas se volverán procesables.  

Se puede compartir inteligencia de la manera correcta con los equipos adecuados para lograr los resultados deseados a nivel estratégico, operativo y táctico para maximizar el valor.  

Servicios de Threat Intelligence

La utilización de Threat Intelligence ayuda a tener una postura de seguridad más sólida, lo que permite a las organizaciones adaptarse a la evolución de las amenazas cibernéticas y los requisitos regulatorios.  

Enfrentarse cada día a un bombardeo de amenazas en diferentes puntos de datos puede parecer imposible, pero contar un partner especialista en ciberseguridad será la mejor solución para fortalecer las defensas, acelerar la detección y lanzar respuestas más contundentes. En Plain Concepts te proponemos un modelo de seguridad de Zero Trust, la estrategia que te ayudará a afrontar los desafíos del panorama actual.  

Pasar a un modelo de seguridad de Zero Trust no tiene por qué ser un todo o nada. Te recomendamos utilizar enfoques por fases, cerrando primero las vulnerabilidades más explotables, abarcando la identidad, los endpoints, las aplicaciones, la network, la infraestructura y los datos.   

Ya hemos ayudado a cientos de organizaciones a evolucionar sus despliegues de Zero Trust para responder a las transiciones al trabajo remoto e híbrido en paralelo con una creciente sofisticación de ciberataques y nuevos retos que suponen las últimas tecnologías. ¿Quieres ser la siguiente en conseguirlo? ¡Te ayudamos!  

Elena Canorea
Autor
Elena Canorea
Communications Lead